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Fuente: EFE
11.08.-(SIDNEY) Los servicios de emergencia tomaron la decisión posponer hasta mañana la el rescate de los 29 mineros que quedaron atrapados en una mina en Nueva Zelanda por temor al gas grisú en la galería y al peligro de nuevas explosiones.
Anoche se extrajo aire del interior para hacer el análisis de su contenido y establecer que no sea inflamable o tóxico, y si es seguro ingresar a la mina de carbón, según el comandante Gary Knowles, quien está a la espera que pronto puedan rescatarlos.
Uno de los riesgos es que se produzca otro estallido como el que provocó ayer el accidente. "Por ahora no podemos entrar a la galería, seguimos esperando a que sea posible. No voy a poner en peligro a más gente", recalcó el jefe de la unidad a cargo del rescate.
Hasta el momento no se ha establecido contacto alguno con los empleados de la compañía Pike River en el yacimiento de Atarau en la Isla Sur de Nueva Zelanda, aún cuando ya han pasado más de 36 horas desde la fuerte deflagración que dejó atrapados a los mineros bajo tierra.
Las autoridades confían en que los 29 mineros salgan con vida de la mina, aunque el alcalde de la cercana localidad de Greymouth, Tony Kokshoorn, reconoció que "con cada hora que pasa, es más difícil".
Se cree que se encuentran a sólo 150 metros de la superficie, pero a 2,5 kilómetros de la entrada de la mina, bajo un túnel que pasa por debajo de la cordillera de Paparoa.
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